Las declaraciones ofrecidas por el Presidente Chávez en horas pasadas, solicitándole al Canciller Nicolás Maduro que fuera preparando la “ruptura” de las relaciones diplomáticas con el Vecino país de Colombia, se constituiría como un desacierto más de la política exterior del gobierno venezolano actual.
El presidente Chávez que a diario predica que se respete la soberanía de los pueblos hoy actúa en forma distinta a sus palabras, lo cual ya es costumbre, pero lo que resulta aun más sorprendente es que se nos pretenda hacer creer, que un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que busca unir esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo se debe entender y asumir como una declaración de guerra a lo que el llama revolución bolivariana y que al gobierno colombiano permitir a soldados estadounidenses el uso de bases colombianas se ponga en riesgo la soberanía de de los países de la región es completamente absurdo.
Frente a este argumento hay que decir que, en el país tenemos una cifra mucho mayor de ciudadanos de origen cubano que ocupan puestos de empleo que deberían ocupar nuestros hombres y mujeres, vecinos de nuestra comunidad que no tienen empleo, venezolanos que a diario ven como personas de un país extranjero como cuba desempeñan cargos en distintos sectores, eso sí es invadir nuestra soberanía, atentar contra el derecho al trabajo de nuestra gente, eso sí es cinismo!
El Gobierno Venezolano bien conoce la problemática que existe en la frontera colombo venezolana, sabe cuáles son las cifras de muertes y secuestros que, a diario afectan a ciudadanos venezolanos a manos de grupos terroristas colombianos que operan en la frontera, ¿porque se niegan entonces a que se luche contra este tipo de grupos delictivos?, lejos de andar inventándose futuras guerras inexistentes debería sumar esfuerzos para combatir a éstos grupos que no solo hacen daño en la hermana república sino en nuestro propio país!
La política exterior venezolana debe sincerarse, redefinir y replantear su acción, bajo un esquema de cordialidad, fraternidad, corresponsabilidad internacional, y recuperar la diplomacia que se perdió desde hace algunos años.
Resulta extraño observar el afán con el que el gobierno venezolano señala y juzga al gobierno colombiano por permitir establecer bases estadounidenses en ese país, pero olvida la cantidad de cubanos que ha importado para que ocúpenlos puestos de trabajo de nuestra gente, olvida que ha puesto a la orden de las fuerzas armadas rusas nuestro territorio, pero algo que demuestra la incoherencia de la política exterior venezolana, es que si se argumenta que eso es indigno (el caso Colombia-USA), que atenta contra la soberanía de los pueblos, que es una amenaza de guerra, que pone en peligro al continente, y exige que los gringos estén fiera de Colombia, y amenaza con romper relaciones con ese país, ¿porque no rompe relaciones con cuba por tener en suelo cubano la base naval de la Bahía de Guantánamo?, o ¿porqué no rompe relaciones con los estados unidos?, pues es muy sencillo, porque todo este circo y guerra falsa inventada por el gobierno nacional, no es más que una cortina de humo para distraer la atención de los venezolanos de la crisis que hoy nos agobia.
El pueblo venezolano no quiere guerras, y tampoco quiere vivir de falsos supuestos inventados para distraer la atención de los verdaderos problemas que nos aquejan, como lo son, la inseguridad, el desempleo, el déficit de habitacional, las leyes recientemente aprobadas y las que están por aprobarse, como la ley orgánica de educación, la ley de tierras urbanas, la ley de procesos electorales, la ley de propiedad social, entre otras.
Lo peor es, que quienes sufren las consecuencias de toda obra teatral gubernamental, es el pueblo venezolano, para la muestra la crisis que hoy se vive en la frontera, por la ruptura de relaciones comerciales con Colombia, y la repercusión económica que dicha ruptura ocasionará en un corto plazo en los distintos sectores económicos del país.
El Gobierno Venezolano lejos de andar señalado, acusando y opinando sobre los asuntos internos de otros países mejor ocúpese de los problemas que existen en nuestras comunidades, fíjese el estado en el que están nuestros hospitales, mientras usted aporta cifras millonarias para hospitales en otros países en Venezuela nuestras mujeres no tienen donde parir y los hospitales están en un rotundo abandono, mientras usted regala dinero a Bolivia para construir carreteras, aquí en Venezuela desde que centralizó la vialidad las autopistas están repletas de huecos, de monte y no tienen iluminación, mientras usted le regala dineros a comunidades en el imperio, en los estados unidos (new york) nuestras comunidades a diario protestan porque no tienen servicios públicos. Ya los venezolanos tenemos suficientes problemas señor presidente, ocúpese de gobernar.
Pedro Pimentel.
Vicepresidente de COPEI Carabobo.
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